Cómo Reconocer los Síntomas del TDAH en Niños

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, más conocido como TDAH, es una condición que afecta a muchos niños en Chile y alrededor del mundo. Si eres padre o madre, es posible que te hayas preguntado si tu hijo podría tener TDAH, especialmente si notas comportamientos como dificultad para concentrarse o una energía inagotable. En este artículo, vamos a hablar sobre cómo identificar los síntomas del TDAH en niños de manera clara y sencilla, para que puedas entender mejor qué está pasando y cómo apoyar a tu pequeño.

El TDAH se caracteriza principalmente por tres aspectos: inatención, hiperactividad e impulsividad. Vamos a desglosar estos términos para que sepas exactamente a qué nos referimos.

Inatención
¿Alguna vez has notado que tu hijo parece estar en su propio mundo, incluso cuando le estás hablando directamente? Esto es algo común en niños con TDAH. Pueden tener dificultades para concentrarse en tareas cotidianas, olvidarse de hacer las cosas o perder sus juguetes y útiles escolares con frecuencia. No es que no quieran escuchar o seguir instrucciones, sino que simplemente les cuesta mantener la atención en una cosa por mucho tiempo. Esto puede ser particularmente evidente durante los deberes escolares o cuando se les pide que sigan una serie de instrucciones.

Hiperactividad
La hiperactividad es otro signo clave del TDAH. Los niños hiperactivos parecen tener un «motor interno» que nunca se apaga. ¿Tu hijo no puede quedarse quieto en la mesa durante la comida o se mueve constantemente mientras está viendo la tele? Esos son ejemplos de hiperactividad. Estos niños a menudo están inquietos, se levantan de sus asientos cuando deberían estar sentados, y pueden hablar sin parar. La hiperactividad no se trata solo de moverse mucho, sino de hacerlo en momentos y lugares inapropiados.

Impulsividad
La impulsividad puede ser un poco más difícil de identificar, pero es igualmente importante. Un niño impulsivo puede actuar sin pensar en las consecuencias. Por ejemplo, pueden interrumpir conversaciones, tomar decisiones apresuradas o tener problemas para esperar su turno durante un juego. Esta impulsividad no es intencionada, pero puede llevar a problemas sociales, como dificultades para hacer y mantener amigos.

Ahora, ¿qué hacer si notas estos comportamientos en tu hijo? Lo primero es mantener la calma y recordar que estos síntomas pueden ser manejados con el apoyo adecuado. Habla con tu pediatra o un especialista en salud mental infantil. Ellos pueden ayudarte a entender si estos comportamientos son parte del TDAH o si podrían estar relacionados con otras situaciones. No todos los niños inquietos o distraídos tienen TDAH; a veces, estas conductas pueden ser simplemente una fase o una respuesta a cambios en su vida.

Es importante también involucrar al colegio. Los profesores pueden ofrecer una perspectiva valiosa sobre el comportamiento de tu hijo en un entorno diferente al hogar. Además, trabajar en conjunto con el colegio puede ayudar a implementar estrategias que beneficien a tu hijo, como adaptaciones en el aula para facilitar su aprendizaje y participación.

La familia juega un papel crucial en el manejo del TDAH. Aprender sobre esta condición te ayudará a entender mejor a tu hijo y a encontrar formas efectivas de apoyarlo. No dudes en buscar recursos, como libros, talleres o grupos de apoyo para padres. Estos pueden ofrecerte herramientas y estrategias para lidiar con situaciones difíciles y compartir experiencias con otros padres en situaciones similares.

En cuanto al tratamiento, existen varias opciones. La terapia conductual es una herramienta valiosa que puede ayudar a tu hijo a aprender habilidades para manejar sus síntomas. En algunos casos, el médico podría recomendar medicamentos, pero siempre es importante discutir todas las opciones y posibles efectos secundarios con un profesional de confianza.

Finalmente, es esencial recordar que un diagnóstico de TDAH no define a tu hijo. Con el apoyo adecuado, los niños con TDAH pueden prosperar y desarrollar todo su potencial. Lo más importante es estar allí para ellos, escucharlos y apoyarlos en cada paso del camino. Si sospechas que tu hijo podría tener TDAH, busca ayuda profesional y no te sientas solo en este camino; hay muchas familias que han pasado por lo mismo y han encontrado formas de ayudar a sus hijos a brillar.

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