Cómo Reconocer los Síntomas del TEA en Niños

El Trastorno del Espectro Autista, comúnmente conocido como TEA, es una condición que puede afectar la forma en que los niños se comunican, se relacionan con los demás y experimentan el mundo que los rodea. Si eres padre o madre y has notado que tu hijo tiene comportamientos diferentes o dificultades en ciertas áreas, es natural preguntarte si podría tener TEA. En este artículo, exploraremos de manera clara y sencilla cómo reconocer los síntomas del TEA en los niños, para ayudarte a entender mejor esta condición y cómo brindar el apoyo necesario.

El TEA es un espectro amplio, lo que significa que los síntomas pueden variar mucho de un niño a otro. Sin embargo, hay algunas características comunes que pueden servir como señales de alerta. A continuación, vamos a detallar algunos de los síntomas más frecuentes.

Dificultades en la Comunicación
Una de las señales más importantes del TEA es la dificultad para comunicarse. Esto puede manifestarse de diferentes maneras, dependiendo del niño. Algunos niños pueden tener un retraso en el habla o no hablar en absoluto. Otros pueden hablar pero tener dificultades para mantener una conversación, ya sea porque no entienden los turnos para hablar o porque repiten frases o palabras que escuchan (esto se llama ecolalia). Además, pueden tener dificultades para entender el lenguaje no verbal, como gestos o expresiones faciales, lo que puede dificultar las interacciones sociales.

Intereses Restringidos y Comportamientos Repetitivos
Los niños con TEA a menudo tienen intereses muy específicos y restringidos. Pueden obsesionarse con un tema en particular, como dinosaurios o trenes, y querer hablar solo de eso. Además, es común que realicen comportamientos repetitivos, como alinear juguetes, girar objetos o balancearse. Estos comportamientos pueden ser una forma de autocalmarse o lidiar con situaciones que les resultan abrumadoras.

Dificultades en las Interacciones Sociales
Otro aspecto clave del TEA es la dificultad para interactuar socialmente. Los niños con TEA pueden tener problemas para hacer y mantener amigos, ya que a menudo no entienden las reglas sociales que la mayoría de los niños captan de manera natural. Pueden preferir jugar solos, no mostrar interés en los juegos de imitación o tener dificultades para compartir y turnarse. También pueden evitar el contacto visual o parecer desinteresados en los demás, lo que a veces se malinterpreta como timidez o desinterés.

Sensibilidad Sensorial
Muchos niños con TEA tienen sensibilidades sensoriales, lo que significa que pueden ser extremadamente sensibles a ciertos sonidos, luces, texturas o sabores. Por ejemplo, un ruido fuerte o una luz brillante pueden ser muy molestos para ellos. Algunos niños pueden evitar ciertas texturas de alimentos o ropa, o buscar estímulos sensoriales de manera inusual, como mirar objetos de cerca o tocar superficies repetitivamente.

Qué Hacer si Sospechas que Tu Hijo Tiene TEA
Si observas estos síntomas en tu hijo y crees que podrían estar afectando su vida diaria, es importante dar el siguiente paso con calma y determinación. Lo primero es hablar con un pediatra o un especialista en desarrollo infantil. Ellos pueden evaluar a tu hijo y, si es necesario, realizar un diagnóstico formal de TEA. Este diagnóstico es un primer paso crucial para acceder a los recursos y el apoyo necesario.

La intervención temprana es fundamental en el manejo del TEA. Cuanto antes se identifiquen los síntomas y se inicie el tratamiento, mejores serán las oportunidades para el desarrollo y la calidad de vida de tu hijo. Los tratamientos pueden incluir terapia del habla y del lenguaje, terapia ocupacional y apoyo educativo, entre otros.

Es igualmente importante involucrar a la familia y la escuela en el proceso. La comprensión y el apoyo de los seres queridos y los educadores pueden hacer una gran diferencia. En Chile, hay varios recursos y organizaciones que pueden ofrecer apoyo a las familias de niños con TEA, ayudando a navegar los desafíos y aprovechar al máximo las oportunidades.

Finalmente, es esencial recordar que el TEA no define a tu hijo. Cada niño es único y tiene sus propias fortalezas y talentos. Con el apoyo adecuado, los niños con TEA pueden llevar vidas plenas y satisfactorias. Si tienes sospechas o preocupaciones, no dudes en buscar ayuda profesional. Hay muchas familias que han pasado por lo mismo y han encontrado formas de apoyar a sus hijos para que brillen en sus propios términos.

Otros artículos