La importancia de la Anticipación para los Niños

Como padres, siempre estamos buscando maneras de mejorar el día a día de nuestros hijos. Sabemos que la infancia es una etapa llena de cambios, aprendizaje y descubrimientos, pero también de incertidumbre. En este contexto, la anticipación —el acto de preparar a los niños para lo que está por venir— se convierte en una herramienta fundamental para fomentar su desarrollo emocional y su bienestar general.

La anticipación beneficia a todos los niños, pero es especialmente crucial para aquellos que tienen trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o trastorno del espectro autista (TEA). Estos niños suelen ser más sensibles a los cambios repentinos y las transiciones inesperadas. Por lo tanto, anticipar los eventos les ayuda a sentirse más seguros, menos ansiosos y más capaces de adaptarse a su entorno.

¿Qué es la anticipación y por qué es tan importante?

Anticipar significa, en términos simples, preparar a los niños para lo que viene a continuación. Para un niño, puede ser tan sencillo como saber que después de jugar, es hora de lavarse las manos y comer, o que en cinco minutos se acaba el tiempo para ver televisión. Cuando esto no se comunica claramente, algunos niños pueden experimentar ansiedad, frustración o incluso desregulación emocional.

Los niños con TDAH o TEA, en particular, tienden a tener dificultades con la flexibilidad cognitiva, es decir, con cambiar de una actividad a otra sin sentirse agobiados o desorientados. La anticipación les brinda un marco de referencia para saber qué esperar y, con ello, un mayor sentido de control sobre su entorno. Esto les permite prepararse mentalmente para la próxima actividad o transición, lo que reduce significativamente el estrés y las posibles reacciones negativas ante los cambios.

Herramientas útiles para la anticipación

Afortunadamente, existen varias herramientas que pueden facilitar la anticipación y ayudar a los niños a manejar mejor su día a día. Estas herramientas son simples pero efectivas, y pueden ser utilizadas de manera independiente o combinadas, según las necesidades de cada niño.

Tableros de rutina

Los tableros de rutina son una de las herramientas más comunes para anticipar actividades y eventos diarios. Permiten que los niños visualicen sus actividades y entiendan en qué orden ocurrirán. Estos tableros suelen incluir imágenes o pictogramas que representan actividades cotidianas, como cepillarse los dientes, ir al colegio o jugar.

Para los niños con TDAH o TEA, los tableros de rutina son especialmente valiosos porque proporcionan una estructura predecible y consistente. Esto les ayuda a sentirse más seguros y a tener menos dificultades con las transiciones entre actividades. En Chile, muchos padres han adoptado los tableros de rutina para ayudar a sus hijos a establecer hábitos como la autonomía en la higiene personal o la preparación para dormir.

Relojes y temporizadores

Los relojes temporizadores ofrecen un recurso visual o auditivo para que los niños puedan anticipar el fin de una actividad o el comienzo de la siguiente. Al ver el tiempo que transcurre, los niños pueden manejar mejor sus expectativas y prepararse emocionalmente para lo que viene. Por ejemplo, si un niño sabe que tiene 10 minutos para jugar antes de cenar, gracias a un temporizador que cuenta hacia abajo, es menos probable que se sienta frustrado cuando llega la hora de dejar de jugar. Se pueden utilizar relojes convencionales, relojes de arena o temporizadores específicos para esta función.

Para los niños con TDAH o TEA, que a menudo tienen dificultades para comprender y gestionar el tiempo, los relojes de arena y temporizadores son herramientas sumamente valiosas. Por ejemplo, un reloj de arena que se utiliza durante 5 minutos para una tarea específica, como lavarse las manos o recoger los juguetes, ayuda al niño a visualizar cuánto tiempo tiene para completar la tarea, reduciendo la ansiedad relacionada con el inicio y fin de actividades.

Algunos padres utilizan temporizadores electrónicos para ayudar a sus hijos a medir el tiempo que pasan viendo televisión o jugando videojuegos, o para dividir una tarea grande, como hacer la tarea, en partes más pequeñas y manejables. Esta capacidad de anticipar el final de una actividad también los entrena para manejar el tiempo en el futuro, fomentando la independencia y el autocontrol.

Los temporizadores son tambien muy útiles para indicar el tiempo asignado al estudio, para que el niño vea claramente cuanto tiempo de estudio le queda (o cuanto tiempo le falta para empezar a estudiar).

Integración de relojes y tableros de rutina

Aunque tanto los relojes de arena como los temporizadores pueden usarse de manera independiente, también se pueden integrar fácilmente con tableros de rutina para crear un sistema de anticipación aún más robusto. Por ejemplo, en un tablero de rutina, después de la actividad «jugar», se podría colocar un temporizador para que el niño vea cuánto tiempo tiene antes de pasar a la siguiente actividad, como «lavarse las manos». Esta combinación permite que los niños tengan una noción clara tanto de lo que sucederá como de cuándo sucederá, brindándoles un marco estructurado y seguro.

Cómo implementar la anticipación en casa

La clave para implementar la anticipación de manera efectiva en casa es la consistencia. Ya sea que se utilicen tableros de rutina, relojes de arena o temporizadores, es fundamental que los niños sepan que pueden confiar en estas herramientas para estructurar su día.

Es posible que al principio los niños se resistan a las nuevas rutinas o al uso de relojes, especialmente si no están acostumbrados a tener una estructura fija. Sin embargo, con el tiempo, la mayoría de los niños aprenden a asociar estas herramientas con una mayor sensación de control y previsibilidad, lo que contribuye a reducir la ansiedad y mejorar su capacidad para adaptarse a los cambios.

Se recomienda comenzar utilizando estas herramientas en momentos clave del día, como las mañanas antes de ir al colegio o la hora de dormir. Con el tiempo, las herramientas de anticipación pueden expandirse a otros momentos, como las actividades recreativas o las tareas del hogar.

El impacto de la anticipación en los niños con TDAH o TEA

Para los niños con TDAH o TEA, la anticipación tiene un impacto significativo no solo en la organización de su día, sino también en su autoestima y habilidades sociales. Una rutina estructurada les permite manejar mejor sus emociones, sentirse más tranquilos en situaciones sociales y adaptarse más fácilmente a nuevos entornos.

Además, la anticipación les permite reducir la ansiedad al eliminar la incertidumbre de las transiciones diarias. Saben qué esperar y cuándo, lo que les ayuda a desarrollar una mejor capacidad para manejar los cambios de manera efectiva.

Reflexión final

En resumen, la anticipación es una herramienta poderosa y accesible que todos los padres pueden implementar en sus hogares. Ya sea mediante el uso de tableros de rutina, relojes de arena o temporizadores, estas herramientas no solo organizan el día, sino que también permiten a los niños, especialmente aquellos con TDAH o TEA, enfrentar sus jornadas con mayor tranquilidad y confianza. Con paciencia y consistencia, los padres pueden proporcionar a sus hijos un entorno más seguro y estructurado, reduciendo el estrés y fomentando su desarrollo emocional de manera saludable.

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